¡Bienvenidos!

Me complace daros la bienvenida a este rincón de curiosidades médicas, donde iré compartiendo cada cierto tiempo novedades, noticias impactantes y opiniones sobre temas médicos que vaya encontrando por internet, con la finalidad que ampliemos juntos el conociemiento sobre la medicina. 

¡Estad atentos a los próximos días, que vendrá la primera curiosidad!

¿Sabes que es… la atrofia maxilar?

En el mundo de la medicina dental, la atrofia maxilar está relacionada con la pérdida avanzada del hueso maxilar, que está ubicado por la zona mandibular. Esta patología es provocada por la pérdida de piezas dentales o la periimplantitis. 

El efecto que ocasiona este tipo de atrofia es la absorción, y por tanto, disminución del hueso maxilar.

¿De qué manera se puede tratar la atrofia maxilar?

Para frenar la absorción de hueso, es necesario la colocación de implantes dentales, sin embargo, la falta de hueso dificulta la colocación de implantes. Es necesario recurrir a la cirugía con técnicas que permitan al paciente recuperar la naturalidad y funcionalidad del hueso maxilar, como la colocación de injertos óseos. 

Dependiendo de la valoración del cirujano maxilofacial, se podrá realizar la colocación de injertos de manera simultánea a los implantes o se tendrá que realizar en dos intervenciones.

Existen también distintos tipos de injertos de hueso, como los injertos de bloque, de cresta iliaca, de rama ascendente, de menotón, etc. Así que dependiendo del caso, habrá que optar por un tipo de injerto u otro. Por eso, es necesario recurrir a un especialista en atm que sepa indicar la mejor solución.

El injerto de hueso no tiene por qué ser necesariamente hueso del paciente, ya que se puede utilizar hueso artificial o uno donado.

Operado el paciente más pequeño del mundo por un trombo

Hoy os traigo un caso de éxito para la medicina española que ocurrio sobre los primeros meses del año pasado. Sucedió en el Hospital 12 de octubre de Madrid, donde fue ingresado un neonato de 2 meses a urgencias. Tras estar en observación, se le detecto síntomas compatibles con crisis epiléptica y hemiparesia.

Este evento alertó a los médicos, y se activó el código de Ictus. Se le realizaron diversas pruebas, pasando por una resonancia magnética donde finalmente se le diagnosticó infarto cerebral tras detectarse un trombo en una arteria media izquiera del cerebro en su parte inicial.

El hecho de que el trombo esté situado en esa zona del cerebro, hacía que fuera potencialmente más grave que si estuviera situado en el hemisferio derecho, ya que las consecuencias si no se intervenía eran graves secuelas motoras, cognitivas y de lenguaje.

Se optó por realizar un procedimiento para abrir la arteria femoral situada en la ingle para pasar por su interior un cateter y un material específico llamado stent-retriever para destaponar la arteria situada en el cerebro.

Finalmente se puso al paciente en cuidados intensivos pediátricos para ver como evolucionaba su recuperación. Tras estar 48 horas en observación y una segunda resonancia magnética, se vió que se recuperaba de manera favorable y fue llevado al área de hospitalización.

Este evento es importante para la medicina en España, ya que era la primera vez que se realizaba esta intervención a un paciente de tan corta edad, yo se contaba con antecedentes en la literatura científica nacional o internacional sobre casos similares.

Fuente: el español

¿Un futuro sin trasplantes?

En un texto publicado por el Dr. Rafael Matesanz nos plantea un escenario en el cuál el proceso que sigue la medicina, cuando no ha funcionado la prevención de una enfermedad ni el tratamiento sobre el paciente, es la de la cirugía, con el fin de extirpar los órganos dañados para sustituirlos por otros sanos.

Si bien, lo ideal es detener la enfermedad en las fases anteriores a la cirugía con el uso de medicamentos antivirales, hay investigaciones que buscan solucionar este problema por otras vías.

Se han realizado estudios con el ajolote para intentar replicar su capacidad regenerativa, ya que es un animal que no solo es capaz de regenerar extremidades, sino órganos internos gracias a las células madre. Esta posibilidad la remarcó el científico Juan Carlos Izpisua en su publicación del 2018 en Nature, donde señaló que lograron regenerar muchas capas de piel en ratones que contaban con heridas grandes gracias a factores de reprogramación donde las células inflamatorias se convirtieron en células madre.

De momento queda mucho tiempo para que esto pueda aplicarse a humanos, pero desde luego creará vías alternativas a la cirugía para tratar enfermedades donde sea necesario un trasplante, aunque dependerá del caso del paciente que se le pueda aplicar este método de regeneración o no.

Y vosotros ¿que opináis?